8/18/2014

Lolita Leiva
1933-2014

El 7 de Agosto, después de convalecer un poco más de un mes en un hospital para pacientes terminales, mi mamá respondió el llamado de su Padre Celestial y dejó su atormentado cuerpo terrenal para recibir sanidad completa y perfecta y continuar su vida con Dios para toda la eternidad. Tenía casi ochenta y un años.
   
Lolita, junto con mi papá, Ladislao, fundaron el ministerio de la Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo en El Salvador en 1966. Él era un catedrático universitario que dejó una prometedora carrera en antropología en la Universidad de El Salvador; ella, una enfermera que también dejó su carrera por su familia y el ministerio.    

Mientras que mi padre dedicó sus energías a construir un movimiento de evangelismo y discipulado en la Universidad Nacional (la única que existía en ese tiempo), mi mamá se entregó por completo a nosotros, sus cuatro hijos. Los primeros años de la Cruzada vivíamos en la misma casa donde era la sede. Pero un día, mi mamá convenció a mi papá para que buscáramos otra casa para vivir para proteger la privacidad e integridad de la familia. Ella no estaba dispuesta a permitir que nada interrumpiera la unidad de su familia.    

Hay tres cosas que recuerdo muy bien de mi mamá de esos años formativos de mi niñez y adolescencia.

Primero, Su compromiso total y absoluto con su familia. Varias veces utilizó su poder de veto para cambiar decisiones que mi papá tomaba que de alguna manera podrían afectar el bienestar de la familia. Fue una mujer que complementó muy bien a mi papá, cuyo corazón siempre vibró por ver a su país transformado por el poder del evangelio del Reino de Dios. Es por el contrapeso que mi mamá ponía que los hijos pudimos ver un ministerio balanceado, que pocas veces nos robó el gozo de crecer con nuestros padres a nuestro lado.

Por años, mi mamá manejó muchos kilómetros llevándonos a la escuela, a casas de amigos para hacer tareas, a clases de piano, de natación, de inglés, etc. Siempre lo hizo con una sonrisa y un consejo en su boca. Los hijos sabíamos que siempre podíamos contar con ella a nuestro lado, a toda hora y en todas partes. Por supuesto que ella era la principal ejecutora de las reglas de la casa. No había transgresión que se quedara sin consecuencias.

En segundo lugar, recuerdo muy bien su trabajo de evangelismo y discipulado con muchas personas, especialmente otras mujeres. Casi nunca desde el púlpito, siempre en privado, silenciosamente compartiendo su fe y discipulando a muchas personas a su alrededor. En las últimas semanas de su vida, descubrimos una increíble cantidad de personas que fueron impactadas por su trabajo espiritual. Muchas mujeres vinieron y nos dijeron, "Lolita me habló del Señor", "ella fue mi madre espiritual", "ella me enseñó la Biblia", "ella me recogía y me llevaba a visitar a otras mujeres enfermas", etc.

Durante el servicio de celebración que tuvimos después de su muerte, varias personas pasaron al frente (y muchísimas más se quedaron con el deseo de hablar) para recordar las diferentes maneras como mi mamá tocó sus vidas. A unos les enseñó como usar los utensilios en la mesa, a otros cómo vestir apropiadamente, a otros cómo relacionarse correctamente con el sexo opuesto, etc. Recuerdo que pasaba muchas horas tejiendo croché, confeccionando diferentes artículos de tela para familia y amigos. Una persona trajo a la reunión una blusa de croché que mi mamá le hizo hacía muchos años. Discipulaba a las personas para la vida.

Y tercero, recuerdo con mucho dolor todos los padecimientos físicos que atormentaron a mi mamá durante toda su vida. La operaron 16 veces (las últimas tres veces este año en menos de 2 meses). Su cuerpo producía cálculos y cada vez que esas piedritas salían de su hígado, los dolores eran terribles. En una ocasión estuvo casi un año internada en un hospital. Mi papá nos llevaba a verla los fines de semana, el día de la madre, de la enfermera, navidad, año nuevo, etc. En varias ocasiones estuvo muy cerca de la muerte.

Irónicamente, mi padre sucumbió primero al cáncer. Mi mamá sobrevivió 33 años después de su partida!

Al final, Lolita estaba totalmente en paz con Dios, su familia y amigos. Varias veces me dijo, "hijo, estoy lista para irme con mi Señor. Se para dónde voy. A lo único que le temo es al dolor." Nunca dejó que la enfermedad, el dolor o el sufrimiento definieran su vida. Partió con una canción en su corazón, satisfecha de haber obedecido el llamado de Dios para su vida.

Sus últimas palabras para mi, cuando casi había perdido la conciencia, días antes de morir: "Hola lindo...qué guapo has venido hoy..."

Después de mucha oración y clamor, mi hermana Margarita finalmente pudo viajar a El Salvador para estar con mi mamá los últimos días. Fue una alegría super especial volvernos a ver los cuatro hermanos después de casi 20 años de no estar juntos. Nos reconectamos inmediatamente, como si nunca hubiésemos estado separados. Volvimos a ser los adolescentes locos, siempre bromeando entre nosotros, aprovechando todas las ocasiones para hacer chiste de todo y de todos. Qué alegría hubiera sido para mi mamá vernos así, juntos como antes...

Fueron días muy especiales. Cada uno de nosotros pasábamos muchas horas en el hospital cuidando de mi mamá. Al principio, podíamos platicar un poquito con ella en los momentos de lucidez que el medicamento para el dolor le permitía. Reímos, lloramos, recordamos...una vez más, fuimos sus pequeños mimados...

Sabíamos que pronto se rompería esa burbuja. Todos ahora somos adultos con familia (esposos, hijos y nietos), con muchas responsabilidades, viviendo en cuatro ciudades distintas y lejanas entre si (Houston, Yuma, San José y San Salvador). Descubrimos que esa mujer que unía nuestras vidas muy pronto ya no estaría. Cuando se fue, nos reunimos para hablar con el corazón en la mano. Para decirnos aquellas cosas que no nos dijimos por años. Aclaramos el aire y nos comprometimos a continuar esta relación a pesar de la distancia.

Somos depositarios de un legado de amor, servicio y entrega a Dios. Este legado es como un sello que quema nuestros corazones y nos impulsa de seguir adelante con la tarea que nuestros padres comenzaron. Cada uno desde su plataforma, con sus propias habilidades y recursos. Pero no tenemos escapatoria al hecho que hemos sido amados, primero por Dios y luego por nuestros padres. Lo menos que podemos hacer es responder a ese amor de manera que otros también lo puedan conocer.

Luchy, Andrés y yo estuvimos un mes en San Salvador. Hicimos un paréntesis en nuestras vidas para enfocarnos en atender a mi mamá. Igual hicieron mis hermanas y hermano. Valió la pena. Ofrendamos unos pocos días a una mujer que lo dio todo por nosotros. ¡Para Dios sea la gloria!


Layo - Margarita - Alba Esther - Juan Marcos
Los primeros discípulos de Ladislao y Lolita Leiva


3/10/2014

Mi tributo a Manuel Avendaño en su partida a la patria celestial


Manuel Avendaño entregó los últimos 37 años de su vida a servir al Señor a tiempo completo a través de la Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo. Tuve el privilegio de conocerlo y compartir muchos años de ministerio juntos. Durante su entrenamiento como coordinador, junto con su esposa, fueron nuestros adiestrandos. Durante el tiempo que servimos como directores nacionales de El Salvador, tuvimos el privilegio de trabajar como miembros del mismo equipo. Compartimos casi 10 años de trabajo diario, viendo la mano de Dios haciendo cosas extraordinarias en el ministerio salvadoreño. Compartimos muchísimo como amigos, compañeros y colaboradores.

En diciembre del 2013, le diagnosticaron cáncer en el estómago y páncreas. Falleció el 6 de Marzo recién pasado.

Este es un resumen de mi mensaje durante su funeral.

Hay cuatro palabras que me ayudan a describir la vida de Manuel. 

1. Soldado
Manuel nunca tuvo otro trabajo más que servir al Señor a tiempo completo. Desde que se encontró con Jesús a los 17 años, se convirtió en un soldado, dispuesto a hacer lo que fuera necesario para cumplir la gran comisión. 

Si Manuel tuvo un defecto, era que no descansaba. Siempre estaba sirviendo a alguien, compartiendo las cuatro leyes, discipulando a un grupo, etc. Totalmente enfocado en servir a su Comandante General.

2. Tim 2:2-4 
Comparte nuestros sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús. Ningún soldado que quiera agradar a su superior se enreda en cuestiones civiles.

2 Timoteo 2:11-13
Este mensaje es digno de crédito: Si morimos con él, también viviremos con él; si resistimos, también reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará;
si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo.

2. Salvo
¿Por qué Manuel dedicó su vida a servir a Jesús por tantos años y con tantos sacrificios? Porque había experimentado la salvación que Cristo ganó en la cruz para él. Descubrió que esta salvación era lo mejor que le había pasado en su vida. Por lo tanto, lo mejor que podía hacer por otros era ayudarles a encontrar esta salvación a través de una relación personal con Jesús.

De este lado de la eternidad, nunca sabremos cuántas personas estarán en el cielo por causa del trabajo de Manuel. Yo personalmente conozco a decenas de personas que ahora son salvos porque Manuel les compartió las buenas nuevas del evangelio.

(En la vela y el funeral, decenas de personas dieron testimonio cómo Manuel les compartió de Jesús, les ayudó a volver a la iglesia, los conectó con el movimiento, los reclutó para la gran comisión, etc.)

Isaías 45:22-25
»Vuelvan a mí y sean salvos, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay ningún otro. He jurado por mí mismo, con integridad he pronunciado una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, y por mí jurará toda lengua. Ellos dirán de mí:"Sólo en el SEÑOR están la justicia y el poder."» Todos los que contra él se enfurecieron ante él comparecerán y quedarán avergonzados. Pero toda la descendencia de Israel será vindicada y exaltada en el SEÑOR.

Juan 3:16,17
»Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.

Hechos 16:31
- Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos- le contestaron.

¿Salvo de qué?
1. De la condenación eterna. Porque la paga del pecado es la muerte...
2. De una vida presente sin Dios
3. De una existencia sin esperanza, una vida al azar
4. De vivir solo para si mismo
5. De la esclavitud al pecado

3. Seguro
Pocas veces vi a Manuel atribulado. Creo que temprano en su vida cristiana descubrió cuál es la fuente de la verdadera seguridad: morar bajo la sombre del Altísimo! 

La vida de un misionero está llena de momentos difíciles, decepciones, problemas económicos, etc. Pero Manuel estaba bien sembrado en la roca. Tenía un refugio donde no llegaban las tormentas. 

Esta seguridad que era una realidad en su vida le permitió ser un hombre alegre, que siempre tenía una sonrisa, un chiste, una broma en sus labios. Siempre estaba contando historias sobre algún incidente de su larga vida ministerial. Siempre ponía la vida y alegría en todas las reuniones.

Vivió seguro de su relación personal con Dios y su destino eterno.

Jeremías 32:40-41
Haré con ellos un pacto eterno: Nunca dejaré de estar con ellos para mostrarles mi favor; pondré mi temor en sus corazones, y así no se apartarán de mí. Me regocijaré en favorecerlos, y con todo mi corazón y con toda mi alma los plantaré firmemente en esta tierra.

Salmos 18:2
El SEÑOR es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!

Salmos 31:3
Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza, dirígeme por amor a tu nombre.

Salmos 62:7
Dios es mi salvación y mi gloria; es la roca que me fortalece; ¡mi refugio está en Dios!

4. Satisfecho
Hace un mes, a principios de Febrero, estuve en El Salvador y visité a Manuel en el hospital donde estaba recibiendo la segunda dosis de quimioterapia. Le pregunté cómo se sentía y me dijo: "Estamos orando para que Dios me sane. Pero el el Señor escoge llevarme, estoy listo."

Estaba listo para encontrarse con su creador. No tenía deudas con nadie, había vivido su vida al máximo. Tenía muy buena relación con su esposa e hijos. Todos estaban listos para aceptar la voluntad de Dios. 

Cristo era su mayor fuente de satsfacción. No su familia, trabajo, misión o aun los resultados tan positivos que veía en el ministerio. 

Salmos 90:14
Sácianos de tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría.

Filipenses 3:7-11
Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe. Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte. Así espero alcanzar la resurrección de entre los muertos.

Hoy, nosotros también podemos experimentar estas cuatro experiencias que vivió Manuel:

Soldado: involúcrate en la gran comisión. Sigamos las pisadas de este gran soldado del Reino de Dios, continuemos la obra que él comenzó. Hay 116,000 universitarios en El Salvador. Todos necesitan escuchar de Jesús. 

En la Cruzada te abrimos la puerta para que te involucres en la gran comisión. 

Salvo: puedes ser salvo hoy mismo invitando a Jesús a entrar a tu vida. Es el comienzo de una relación para toda la eternidad.

Hacer oración de salvación.

Seguro: Hoy mismo puedes estar seguro de tu salvación, de tu destino eterno y de escoger vivir para el Señor. Él es la única y verdadera fuente de salvación y satisfacción personal. Solo en Jesús podemos estar completamente seguros.

En un país inseguro, todos necesitamos un mínimo de seguridad. La mejor y verdadera seguridad proviene de estar anclado en la roca que es Jesús. Des estar bajo sus alas...

Satisfecho:
Solo con Jesús podemos dejar un legado de bien para las demás generaciones. Lo que hacemos por él trasciende la eternidad. 

Ni el dinero, posición, experiencia, títulos, fama o prestigio, produce verdadera satisfacción. 

Estar con Jesús, servir a Jesús produce la mayor satisfacción personal y profesional que alguien pudiera desear. 

¿Estás listo para reunirte con tu Creador?

Sigamos orando por Cecy, Geovanny y Andrés mientras comienzan su nueva vida sin su papá. Oremos también por la familia de la Cruzada en El Salvador. Manuel era el director nacional interino hasta el día de su partida.